Ernesto Banderas – 1993, en esta potente litografía, Ernesto Banderas construye una escena cargada de simbolismo, memoria y crítica velada. Al centro de la composición, un hombre —posiblemente un alter ego del artista— se ubica frente a un gran panel donde aparece el dibujo de una figura femenina desnuda, visto desde la espalda. Detrás de ellos, una estructura parecida a una casa o templo —el "altar" del título— está repleta de rostros, cuerpos, gestos y objetos que se entrelazan en un relato fragmentado.

El uso del blanco y negro para las figuras principales, contrastado con trazos rojos simbólicos y un fondo de agua turquesa, refuerza la tensión entre lo íntimo, lo biográfico y lo social. La obra plantea preguntas sobre el rol del cuerpo, la identidad, el deseo y la mirada del artista en la representación.